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El Chico Dhall © novel Chapter 45

Capítulo cuarenta y cuatro

Tengo que hablar con Derly.

Esa es la única manera de distraerme y no pensar en que Elián, justo ahora, está en una misión suicida.

Termino de comerme el plato de cereal a las una de la tarde y lo dejo en el fregadero, lavo mis manos y cierro el grifo antes de ir a la sala donde está nuestra luna caminando de un lado a otro.

Le está haciendo un agujero al piso de tanto ir de un lado a otro.*

Cállate, Fally.

Pero yo solo digo... Mejor me callo, no vaya a ser que una cara pájaro por ahí me diga más de cuatro cosas.*

—¿Está bien? —preguntó lo primero que se me viene a la mente y ella niega comiéndose las pocas uñas que tiene.

—No, no estoy nada bien, porque quiero saber como van las cosas y no puedo salir de aquí.

—Pero usted es la luna, se supone que puede hacer lo que sea, ¿no?

—Amir me obligó a quedarme, porque según él esto es un tanto peligroso, además que...

Junto mis cejas —¿Además que?

—No sabemos bien bien si estoy o no estoy... —me da una rápida mirada —ya sabes... Embarazada.

—¿CÓMO? —grito y ella tapa mi boca, me lleva hasta las escaleras y se asoma sin ver a nadie.

Suspira —Shhhh, es secreto —habla en voz baja —no quiero que Sara se de cuenta y empiece toda histérica a hacerme mil y una prueba para ver si es cierto o no, sinceramente no quiero líos gordos con esto.

—Vale, me callo —le hago un zipper a mi boca y recuerdo lo de mi madrastra —Por cierto, luna, ¿sabe donde está la señora que trajeron conmigo en la noche?

—¿Hablas de tu madre?

Niego con las manos —No, no, ella no es mi madre, es mi madrastra, pero si es esa, —hago una pausa —¿dónde está?

Su rostro confundido se hace notar y me hace señas para que la siga, subo detrás de ella hasta el segundo piso y nos perdemos a mano izquierda por el pasillo, abre una la puerta casi al final y ahí la veo viendo por las ventanas mientras se agarra ambos brazos con delicadeza.

Su cabello rubio ha desaparecido y da lugar a una larga melena castaña igual a la de mi madre antes de irse, —¿Derly? —la llamo y parece tensar su cuerpo en el sitio en el que está, doy dos pasos hacia adentro y escucho la puerta cerrarse detrás de mí dejándonos completamente solas.

—Jexi —pronuncia mi nombre sin esa voz chillona típica de ella y mi piel se eriza completamente al verla de frente.

No sólo su cabello, sino que también su voz y sus ojos... Es igual a mi mamá en ciertos aspectos y no sé porqué, pero me da cierto miedo con lo que pueda decir porque Elián dijo que tenía que hablar totalmente relajada con ella.

No... No creo que sea verdad, esto debe ser una broma, no es lo que pienso.

—Escucha Derly, está siendo muy buena la broma, pero con estas cosas no se juegan. Quítate esa peluca, esos lentes de contacto y deja tu voz como siempre.

Suspira y se acerca un poco a mí sin dejar de verme —Jex, este es mi cabello natural y mis ojos normales al igual que mi voz y mi cuerpo, no puedo cambiarlos.

—Pero eres igual a ella, —susurro —no estoy entendiendo nada.

—Lo soy, Jex, soy igual a ella, porque soy su hermana —junto mis cejas sin entender nada. ¿Mi madre tenía una hermana? Pero... —ven —se aproxima y toma mis manos para llevarnos hasta la cama, sus ojos marrones claro me ven con temor y da un largo suspiro —espero que con esto que te voy a contar no me odies, ¿de acuerdo? —asiento insegura —Bien. Ella y yo crecimos juntas aquí en la manada siendo gemelas, pero adoptadas por una familia por parte de nuestro padre, porque la nuestra murió en una batalla. Al crecer ambas encontramos nuestros mates, pero la luna nos jugó una mala pasada y nos dio como mate a la misma persona.

—Y ese es mi padre.

Asiente —Correcto. Cuando las dos nos vimos en esta situación decidimos pelear justamente por él, sin embargo tu padre la quería a ella y me lo decía en reiteradas ocasiones —traga grueso— pero un día una cosa llevó a la otra y me di cuenta de que estaba embarazada, Fabiola al ver esta situación no dijo nada, pero recalcó que el bebé que llevaba sería de ella o rechazaría a tu padre, así que no tuve otra opción que dársela recién nació, porque Ezequiel me obligó y me amenazó de muerte —acuna mis mejillas y veo sus ojos aguados —así que le di a mi amada bebé y me alejé pidiéndole a la luna que me quitara el vínculo con él y que se hiciera justicia divina con esos dos. Cinco años después volví con la intensión de ver a mi niña, llevármela y lo único que me encontré fue contigo llorando en la acera de la casa y los gritos prominentes que salían de esta, sabía que las cosas no andaban bien, así que decidí esperar a que todo se derrumbara para finalmente llevarte y que a él le doliera por lo que había hecho. Cambié mi estilo, mi look, mi nombre e incluso me hice varias cirugías antes de aparecer, pero, de alguna forma terminé enamorándome nuevamente de tu padre y formando una familia contigo, con mi bebé —por sus mejillas corren gruesas lágrimas y siento mi corazón dejar de latir con lo que sale de sus labios —Jex, yo soy tu verdadera madre.

Me suelto de su agarre y cierro mis ojos asimilandolo todo —¿Es mentira, cierto?

—No lo es —la ex luna entra al cuarto —tengo las pruebas que lo certifican. Derly Castillo o en este caso Janet Trejos es tu madre.

Solo tengo una cosa que decir...

Estoy en shock.

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