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Enamorándome de mi esposa provisoria novel Chapter 139

Capítulo 139

Kathleen se mordió el tablo y dijo:

–No estoy nerviosa. Samuel, no quicro mirar atrás.

En realidad, no había manera de que ella pudiera volver a hacer las cosas como antes.

Samuei miró sus delicadas y sonrosadas mejillas. Quiso besarla pero se contuvo.

-Lo se. No te estoy obligando a volver. -Su voz era algo ronca.

En secreto Kathleen suspiro de alivio.

Samuel se dio la vuelta y subió al coche.

-¿Que te gustaria comer? —preguntó Samuel.

Kathleen miro la hora. Ya era la una.

-Solo hay que encontrar un restaurante. -Ella penso un rato y continuó-: Parece que los dos no hemos comido juntos antes.

Samuel asintio.

-Es cierto,

– Por aquel entonces, siempre tenias miedo de que nos pillaran los medios de comunicación. ¿Tenias miedo de que Nicolette se enfadara al enterarse y decidiera no volver? – preguntó Kathleen con curiosidad.

Samuel la miró y le preguntó:

-¿Quieres oir la verdad?

Kathleen asintió y contestó:

-¿Por qué iba a preguntar si no quiero oir la verdad?

Samuel la miró directo a los ojos.

-Bueno, no es del todo correcto. Tu conoces mi identidad. Te causaria problemas si te descubrieran. Por supuesto, es cierto que descuide tus sentimientos. En cuanto a Nicolette, no lo pensé mucho.

No habia pensado en ello en absoluto y solo sintió la necesidad de proteger su privacidad.

Sin embargo, Samuel por fin lo entendió ahora. No habia necesidad de sacrificar a alguien en aras de su privacidad. Si lo hubiera admitido de forma abierta, los medios de comunicacion no habrian indagado mas en ese asunto

Parpadeando, Kathleen dijo con amargura:

–Parece que no nos conocemos lo suficiente, así que es normal que nos separemos. Tal vez nosotros también

nos separaríamos incluso sin Nicolette.

-No necesariamente -respondió Samuel con voz grave.

En realidad, lo había pensado. Puede que no se divorcic de ella, ya que nunca había pensado en dejarla marchar cuando empezó a darse cuenta de su afecto por Kathleen.

Solo que Kathleen habia optado por las formas extremas. Si ella no le hubicra amenazado, Samuel no habria roto con ella.

Tanto si estaba resentida como si le odiaba, nunca la dejaría. Sin embargo, todo eso se había convertido en el pasado.

Y Kathleen había dejado atrás el pasado.

Sin embargo, ese no fue su caso.

Tal vez se quede en el pasado toda su vida.

Samuel llevó a Kathleen de vuelta al centro de la ciudad y encontró un restaurante.

El tiempo era demasiado frio, asi que Samuel pidió un guiso caliente para Kathleen.

Kathleen comió algo caliente, y su palido rostro se sonroso en ese momento. Se veia tan adorable como un melocotón.

Samuel la miro fijamente.

Se sintió inexplicablemente satisfecho con sólo mirarla.

Durante la comida, Kathleen recibió una llamada de Emily. Dejó rapido los cubiertos a un lado y respondió a la llamada.

-Hola, señora Morris -respondió Kathleen, sintiéndose mal.

Emily sonaba resignada.

–Kate, me he enterado de todo. Lo siento mucho. La verdad es que soy consciente de la clase de persona que es mi suegro, pero se me olvidó avisarte. La ultima vez, él y mi suegra trataron de impedir que Aaron se juntara conmigo. No esperaba que ahora se entrometieran en el matrimonio de Christopher.

Kathleen respondió con calma:

-No importa. Si pensara desde el punto de vista del viejo Sr. Morris, no se equivoca tampoco. Es que Christopher y yo hemos estado fingiendo nuestra relación todo este tiempo, y le hemos mentido.

–¿Es cierto que han estado fingiendo? – pregunto Emily con voz suave.

Asintiendo, Kathleen contesto:

-SI. Chris y yo sólo somos amigos

Emily estaba decepcionada.

Todo parecia haber terminado ya.

Kathleen era consciente de la situación.

Incluso se habia topado con Christopher y Astrid, que salieron de la habitación despeinados. Por lo tanto, era evidente que a Kathleen no se le ocurriría volver a juntarse con Christopher.

Emily suspiro.

-Kate, entiendo cómo te sientes, pero Christopher te quiere de verdad.

Kathleen frunció los labios.

-Lo siento mucho.

-No importa. No puedo obligarte a que te guste alguien -dijo Emily con una leve sonrisa.

-Sra. Morris, por favor ayudeme a persuadir más a Christopher. -Eso fue todo lo que Kathleen pudo decir.

-Christopher ha insistido en que no le ha hecho nada a Astrid. También ha llamado a la policia y les ha pedido que le hagan una prueba a él y a ella. Creo que mañana habrá resultados -dijo Emily.

-De acuerdo. -Kathleen se limitó a asentir.

-Que descanses entonces. -Emily colgó el teléfono.

Solo entonces Kathleen dejó escapar un suspiro de alivio.

Samuel se limitó a mirarla impasible y le preguntó:

-¿Qué pasa?

Kathleen le dirigió una mirada significativa y dijo:

– Parece que los chicos tienen que protegerse bien cuando salen ahora.

Samuel estaba desconcertado.

Mientras tanto, Kathleen dio un sorbo a su café.

–Mifamilia no es tan turbia. Supongo que el motivo por el que no le gustas a Felix se debe a que una vez perdió con mi abuelo. Además, a él le gustaba mi abuela.

¡Tos! ¡Tos!

Kathleen se agito un poco al enterarse del impactante hecho,

Samuel la miro y continuo:

-Era solo un amor unilateral. La abuela y el abuelo son el primer amor del otro, y tu lo sabes.

Kathleen asintió

– Por supuesto, lo sé.

-Asi que Felix te odia sobre todo por esta razón. No es porque te vayas a casar por segunda vez -dijo Samuel significativamente.

Kathleen reflexiono un rato antes de preguntar dudosa:

-No te habrás inventado una historia sólo para consolarme, ¿verdad?

Samuel la miró y respondió:

–No. Si no me crees, puedes ir a preguntarle a la abuela.

Kathleen se sintió avergonzada y dijo:

-No voy a ir. ¿Y si las cosas se ponen incómodas?

Samuel bajó la cabeza y sonrió con cariño.

– Relajate, no te voy a mentir.

No habia necesidad de que mintiera sobre eso.

Kathleen tomó el tenedor y siguió comiendo. Se llenó las dos mejillas. Una expresión de felicidad apareció en su rostro.

Samuel le dedicó una mirada insondable.

«Si puedo hacerla más feliz que ahora, entonces nunca me dejara». Cada vez que Samuel pensaba en eso, se moria de ganas de dárselo todo. «¿Qué puedo hacer para que se vuelva a enamorar de mi?»

Después de la comida, Kathleen le dijo a Samuel:

-Puedes volver a la empresa. Yo volveré a casa por mi cuenta.

-Te llevaré alli. -Samuel se puso el abrigo.

Kathleen levantó la cabeza y miro al apuesto y noble hombre que tenia delante.

– La pantalla de tu teléfono se iluminó varias veces. Debe ser Tyson que te busca. No tienes que perder el tiempo conmigo cuando deberías estar trabajando y ganando dinero.

Samuel tragó saliva y afirmo:

-El dinero no es más que un conjunto de números para mi.

— Ja! Deja de presumir delante de mi. Si el dinero es un conjunto de numeros para ti, entonces ¿por que trabajas horas extras? –se burlo Kathleen.

-Porque me aburro en casa -explicó Samuel en voz baja.

Kathleen se congelo. Luego miro a Samuel con una expresión seria

-Samuel, siempre puedes buscar otra mujer que no sea Nicolette. Estoy segura de que hay gente que te quiere. Por que eliges estar solo?

Samuel miro su suave rostro, y su apuesto rostro se ensombreció.

– ¿Y qué si me tienen cariño? No tiene sentido si no siento lo mismo. ¿Podrías aceptar a alguien que te quiere pero no sientes nada por el?

Kathleen se quedó perpleja ante su pregunta.

«No puedo».

-Lo siento. Me equivoqué al plantear las cosas de esa manera. Sólo queria persuadirte… -dijo Kathleen.

Samuel le agarró la barbilla y le dijo con una mirada solemne:

-Todo el mundo tiene una linea de fondo que ni siquiera su familiar debe cruzar. ¿Entiendes lo que quiero decir?

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