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Enamorándome de mi esposa provisoria novel Chapter 126

Capítulo 126

La expresión de Kathleen se ensombreció después de ver el video de Nicolette siendo histérica.

«Esto es real? No. Es imposible».

Dejó la tableta y le dijo a Samuel:

-Antes, tambien me has enganado con un video falso.

«Por lo tanto, no volveré a caer en la trampa»,

-Eso era antes. Pero te juro que nunca te he ocultado nada desde que has vuelto. Todo lo que has visto o conocido es real.

Ella frunció el ceño. ¿Debía confiar en él?

Bajando la cabeza, acercó sus labios a sus orejas.

-Después de todo, vas a ir a la residencia de los Yoeger. ¿Por qué no lo compruebas tu mismo para ver si te he mentido?

Kathleen se hizo a un lado.

-¿Es posible no acercarte tanto cuando hablas?

Curvo el labio.

-¿Por que no puedo acercarme a ti?

-Porque somos de distinto sexo. Por eso -dijo enfadada.

– ¿Y qué?-frunció el ceño-. Pero esta es mi sala.

-¡Fuiste tu quien me arrastro dentro! -continuó con exasperación.

-Lo olvidé.

Kathleen se rió por la frustración.

-¿Lo has olvidado? ¿Se te ha encogido el cerebro? Pero si todavía eres joven.

Se quedo sin palabras.

«Esta jovencita si que es… Irritante. Aunque es tan linda como una gata, es peleona. Pero eso es bueno. Es mejor que me regane en voz alta en lugar de darme la espalda >>

-¿Qué más quieres saber? Puedo decirtelo todo-la miró con dulzura.

-No tienes que hacer eso -Se dio la vuelta para irse.

-Kate, ¿amas a Christopher? -pregunto de repente,

Detenida en su camino, se dio la vuelta y pregunto:

– ¿Qué quieres decir?

-Solo te preguntaba si prefieres a un hombre como ello prefieres? – preguntó con calma,

– A quién no le gusta un hombre considerado y atento?-dicho esto, añadió con sarcasmoz: Será mejor que un hombre como usted, schor Macari, un hombre arrogante. Ni siquiera le importan los sentimientos de los demás, Christopher scria un amante perfecto si sc le compara con usted.

Samuel resoplo:

-¿Que tiene de bueno tener a alguien que se comporta de forma melosa, como el agua tibia?

– Ja! Tiene razón, Sr. Macari. Me senti atraida por su buen aspecto porque era joven e ignorante. Además, me habia enamorado de su actitud malvada y arrogante. Después de haber experimentado muchas cosas, me doy cuenta de lo valiosa que es la actitud suave y gentil de Christopher.

El rostro apuesto y elegante de Samuel se volvió frio.

-Hace tiempo que dejé de quererle, Sr. Macari-su rostro se volvió indiferente-: Es cierto. Ya se lo mencione en la residencia. Ahora que estoy dispuesta a vivir en paz con usted, espero que pueda entenderlo.

-Solo estas dispuesta a cooperar por la abuela. Al final, sigues odiandome – molesto, continuó-: Katie, ¿por que no me apuñalas?

«¿No es mejor para que el odio en su corazón pueda desaparecer?>>

-Ya te has apuñalado a ti mismo antes -respondió con calma-. Si no tuviera en cuenta el hecho de que estas arrepentido por los dos niños, te habría ignorado tras mi regreso.

“¿Lo sabia? ¿Lo sabia todo?>>

-¿Por qué no viniste a verme? -Samuel la agarró del hombro-: Si estuviera muerto, ¿no querrías verme por ultima vez?

Kathleen negó con la cabeza:

-¿Por qué necesito verte? Samuel, ¿te he pedido que acabes con tu vida?

Fue él quien estuvo dispuesto a hacerlo.

Samuel bajo las manos. Su rostro apuesto y elegante se volvió más pálido que de costumbre.

Le dije que ya no le odiaba. Pero, en ese momento, deseaba que estuviera muerto. Parece tan decepcionado. ¿Por qué no me culpa?

Asustada por la hostilidad de sus ojos, Kathleen retrocedio unos pasos.

Samuel la volvió a estrechar entre sus brazos. Mientras la abrazaba con fuerza, le dijo en voz baja y magnetica

-Kathleen, por favor, escucha lo que quiero decirte. Te amo. Por lo tanto, quiero volver a perseguirte. No te obligaré a hacer nada porque sólo quiero tratarte mejor. A partir de ahora, no te mentiré. Ni siquiera una sola palabra.

Se quedo sorprendida.

Luego, continuo

-No hare nada que no te guste. Tampoco haré nada que no te satisfaga. Como te gusta un hombre amable y considerado, intentare convertirme en uno. Puedo hacerlo mejor que Christopher -entonces, apretó su frente contra la de ella. Mirandola, dijo- ¿Me entiendes?

Estaba furiosa.

-¿No dijiste que no me obligarias? Pero lo haces sonar como si fuera un aviso.

-No me importa lo que pienses al respecto -con despreocupación, continuó-: Dejémoslo de lado. Lo más importante es como voy a actuar, ¿no?

Mientras se mordia el labio rojo, Kathleen le miró con hosquedad.

-Entonces, suéltame. Me estas forzando.

Sonriendo con gracia, Samuel le solto las manos.

Se dio la vuelta y se alejó. Parecia que estaba huyendo de él.

En ese momento, su teléfono sono. Cuando lo levantó, vio que había un mensaje de Nicolette. Tras leer el contenido, en sus ojos brilló un destello peligroso.

«Esta mujer se ha sobreestimado!», penso.

Cuando Kathleen se despertó al dia siguiente, vio a Charles sentado frente a su cama mientras leia un libro.

-Charles, ¿por que estás aquí tan temprano? ¿Me darán el alta hoy?

-Si. Vengo a buscarte. Te llevaré a una audición esta tarde — dijo.

-Muy bien-Kathleen se sintió aliviada al escucharlo. Al final, puedo salir del hospital.

Extendiendo la mano, quiso mirar su teléfono. Sin embargo, se dio cuenta de que había desaparecido. Desconcertada, preguntó:

-¿Dónde está mi teléfono?

-Se me ha caido por accidente. Está roto

Charles levantó el telefono para que lo viera.

Mirando las grietas en su pantalla, dijo entonces:

-Incluso si te sientas sobre él, no estaria tan agrietado. Parece más bien que lo hubieras tirado por la Yrand,

«; Cómo puede su instinto ser tan preciso?

-No moriras sin tu telefono. Te preparare uno nuevo-respondió. Luego, comenzó a urgirla- Aséaté rápido. Ya le he dicho a Valerie que se ocupe del procedimiento de alta.

De acuerdo -despues de levantarse de la cama, Kathleen fuc a asearse.

Mientras tanto, Charles miraba su teléfono.

Envió un mensaje a los guardaespaldas que esperaban abajo. Parecia que estaba haciendo algunos arreglos.

De hecho, Kathleen no dependia mucho de su teléfono. Por lo tanto, no se preocupó al encontrarlo roto. No tenia muchos amigos con los que estar en contacto. Además, Charles siempre estaria alli si ella necesitaba algo.

Despues de asearse, salió del baño. Mientras tanto, su hermano la habia ayudado a empacar sus cosas.

-¿No ha vuelto Valerie? -parpadeó.

-Le he dicho que nos espere abajo cuando haya terminado con el procedimiento. Yo le empacaré sus cosas. ¿Por qué no te cambias de ropa? -sugirió.

-De acuerdo. -Fue a cambiarse de ropa.

Luego, levantó su bolso y la arrastró fuera de su pabellón.

Cuando pasaron por delante de la sala de Samuel, Charles echo un vistazo al interior. Luego, la atrajo entre sus brazos y le apretó la cabeza en el pecho.

– Charles, ¿qué estás haciendo? –frunció el ceño.

-Eres una gran celebridad. Me preocupa que alguien pueda sacarte una foto.

– ¿Por qué no me preparas un sombrero y una máscara? – se quejó.

– Lo siento. Tenia prisa, así que me olvidé. La próxima vez lo recordaré. – Rodeándola con sus brazos. entraron en el ascensor. Sólo entonces la solto.

De inmediato, se sintió un poco extraña.

Mientras tanto, había algunos hombres uniformados en la sala de Samuel. Uno dijo en tono sombrio:

-Sr. Macari, la familia Yoeger le demanda por el encarcelamiento ilegal de Nicolette: ¿Admite haberlo hecho?

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