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¿Tuvimos un hijo novel Chapter 105

Capitulo 105

Elias estaba revisando unos documentos del Corporativo Palomares cuando su teléfono sono.

–Hola, abuela –dijo después de acercar su mano para recogerlo.

SU

–Elias, le dije a Marco que te entregara una de las tarjetas de invitación para la fiesta y quiero que se la pases a Anastasia de mi parte. – La voz de Eva vino del otro lado de la llamada.

–La vas a invitar? – Las cejas de Elias se alzaron un poco mientras hablaba.

–Sí, ella aceptó en venir. Estoy tratando de crearte oportunidades para que las tomes, Elias; tendrás que utilizarlas bien como se debe y no invitaré a Helen a que nos acompañe –dijo Eva.

Era natural que no quisiera decepcionar a su abuela después de ver lo mucho que la vieja mujer se esforzaba por unirlo con Anastasia.

–Está bien, ya entendi – le respondió. Marco fue con la tarjeta de invitación alrededor de una hora después, pero no la mandó directo a Anastasia; en cambio, la envió a la oficina de Elías. Después de recibir la invitación, el usó el teléfono fijo para realizar una llamada interna a Anastasia.

–Hola, habla Anastasia –dijo la mujer a través del teléfono.

–Quiero que vengas a mi oficina –le ordenó Elías con una profunda voz.

¿Ocurre algo? – preguntó.

–¡Ven a recoger tu invitación! – Él terminó la llamada justo después de eso. Anastasia suspiro cuando no le quedó más opción que salir de su oficina para ir directo al elevador. Ella toco la puerta cuando llegó.

–Entra –dijo el hombre. Ella entró a la habitación para ver que el tan largo hombre se encontraba sentado en el sofá con una pierna cruzada sobre la otra.

– iDámela! –murmuró después de dirigirle la mirada por unos momentos.

–No te olvides de la cena de esta noche –dijo el hombre mientras que sacaba la invitación de su montaña de papeles. Anastasia se congeló por un instante; ella fue quien le prometió la última noche que le invitaría tanto el almuerzo como la cena.

él.

–A mí no me agrada la gente que va en contra de sus promesas. Elías la miró directo a los ojos

–¡Está bien! Te veré en el restaurante que está bajando las escaleras. —Anastasia decidió conseguirle la cena, pero también hizo una nota mental sobre no deberle nada en el futuro, ya que era demasiado dificil devolverle el favor a una persona como él.

–¿Ahora qué es esto? ¿Cómo es que nuestra relación resulta ser asunto tuyo? –dijo Anastasia con un tono un tanto disgustado.

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